Estudio Bíblico Cristadelfiano - Lección 1‏

LECTURAS SEMANALES: Génesis 1 a 3; Lucas 1 a 3LECTURAS PARA ESTA LECCION: Salmos 1; Salmos 19; Salmos 119, versículos 81-112 La guía para nuestra época La vida moderna puede ser muy confusa. Cada día surgen nuevas cosas e ideas y a veces es difícil ver el camino en que uno debe andar. Por esta razón, Dios nos ha dado la Biblia para que tengamos una guía en la vida. El apostol Pablo lo expresa así: "Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza." (Romanos 15:4) La Biblia nos da un propósito en la vida y nos enseña cómo vivir correctamente.Nos revela cómo podemos encontrar paz y tranquilidad en un mundo agitado. Pero más importante aún, la Biblia nos dice cómo podemos acercarnos a Dios y así lograr la vida eterna. Algunas personas opinan que la Biblia ya pasó de moda. Sin embargo, vemos que mientras la gente hace caso omiso de la Biblia, los problemas en el mundo siguen aumentando. Problemas tales como la violencia, la inmoralidad y las drogas demuestran que el mundo necesita más de la Biblia, ¡no menos! Un autor divino La Biblia es diferente de los demás libros porque Dios inspiró a los autores de ella. Por eso, la podemos llamar "la palabra de Dios." La Biblia misma declara ser inspirada por Dios: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia." (2 Timoteo 3:16) "Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." (2 Pedro 1:20, 21) Por esta razón, los profetas solían introducir sus profecías diciendo "así ha dicho Jehová." Aunque eran ellos los que hablaban, su mensaje venía de Dios. ¿Cómo sabemos que la Biblia es confiable? En primer lugar, tenemos el testimonio del Señor Jesucristo. En sus días, sólo el Antiguo Testamento había sido escrito, pero Jesús creía que era inspirado por Dios y lo citaba constantemente para enseñar y corregir. Por ejemplo, cuando los saduceos insinuaron que no había resurrección, Jesús les dijo: "Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios." (Mateo 22:29) Seguidamente, les mostró cómo las Escrituras enseñan que habrá una resurrección de los muertos. Jesús también habló de Adán, Noé, Lot, Abraham, Isaac, David, Salomón, Elías y otras personas mencionadas en el Antiguo Testamento. Consideraba que las personas y los acontecimientos descritos en la Biblia eran reales. Algo más que demuestra que la Biblia es inspirada por Dios es el hecho de que ha guiado a las personas a través de muchos siglos. En cambio, los libros escritos por hombres generalmente son dejados a un lado unos años después de ser publicados. La Biblia fue escrita de manera tal que su mensaje tendría valor para las personas de todas las épocas de la historia humana. Existen además los maravillosos cumplimientos de profecías bíblicas. La Biblia predice muchos eventos que han de acontecer en el futuro. Por ejemplo, en Mateo 2:2, los magos preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?" Los sacerdotes de los judíos pudieron contestar: "En Belén de Judea." ¿Cómo lo sabían? Porque siglos atrás, el lugar de nacimiento del Salvador había sido profetizado por Miqueas, uno de los profetas del Antiguo Testamento: "Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel..." (Miqueas 5:2) El contenido de la Biblia La Biblia no es un solo libro sino una colección de libros: 39 en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo, haciendo un total de 66. Estos libros fueron escritos durante un período de aproximadamente 1,500 años. Aunque la mayoría de los escritores no se conocían entre sí, todos los libros de la Biblia concuerdan. Esta armonía es el sello de la inspiración divina. Algunas partes de la Biblia parecen difíciles de comprender. Pero tenemos que recordar que la Biblia fue diseñada para todos, tanto principiantes como estudiantes experimentados. A medida que vamos creciendo en el conocimiento de la Biblia, se aclaran muchos de los pasajes que considerábamos difíciles. El Antiguo Testamento Los primeros cinco libros del Antiguo Testamento fueron escritos por Moisés, quien recibió los diez mandamientos en el monte Sinaí. El primer libro es Génesis, que significa "origen" o "comienzo." Es un libro importante porque nos presenta a Dios y al hombre, y la forma en que el pecado, el sufrimiento y la muerte entraron en el mundo. Luego, nos describe las promesas de Dios para redimir al hombre por medio de un Salvador. También nos relata la historia de la creación, el diluvio, y los comienzos de la nación de Israel. Después de Génesis siguen Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Estos cuatro libros nos relatan la forma en que Dios sacó a los israelitas de Egipto, hizo un pacto con ellos por medio de Moisés, y les dio la tierra de Canaán, posteriormente llamada Israel. Luego está una serie de libros históricos que describen el desenvolvimiento del pueblo de Israel en su tierra y los tratos de Dios con ellos. El libro de Job analiza en forma penetrante y conmovedora cómo es posible que un hombre bueno sufra penalidades en un mundo gobernado por un Dios justo. Los Salmos son cantos espirituales que tratan muchos aspectos de la vida, entre ellos la felicidad, depresión, exaltación y tristeza. Fueron escritos para que pudiéramos acudir a ellos en tiempos de abatimiento así como en los momentos de alegría. Por ejemplo, el Salmo 22 fue escrito por David cuando sentía que Dios le había abandonado: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; y de noche, y no hay para mí reposo." (Salmos 22:1, 2) Jesucristo leía y citaba los salmos. Repitió este salmo (así como Salmos 31:5) desde la cruz. Debemos seguir su ejemplo, repitiendo estas oraciones en nuestros momentos de necesidad. Después de Salmos sigue el libro de Proverbios, el cual contiene muchos consejos útiles para ayudarnos a vivir sabiamente delante de Dios. Al final del Antiguo Testamento encontramos los libros proféticos de Isaías, Jeremías y Ezequiel, seguidos por muchas profecías más cortas. Entre otras cosas, anuncian el asolamiento y exilio del pueblo judío y su eventual restauración cuando se establezca el reino de Dios en la tierra. El Nuevo Testamento Este empieza con los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, en los cuales se relata la vida de Jesús. Luego sigue el libro de Los Hechos de los Apóstoles, en el cual se describe el comienzo de la iglesia cristiana después de la resurrección de Jesucristo. Este libro describe cómo el evangelio fue llevado a todas partes del mundo. También hay cierto número de cartas escritas por varios apóstoles, y dirigidas a las iglesias recién fundadas del primer siglo. Finalmente, se encuentra el libro de Apocalipsis. Usted encontrará una lista completa de los libros de la Biblia al comienzode su Biblia; este resumen es sólo para darle una idea de su orden y contenido. Nuestra responsabilidad Hay momentos en la vida cuando no sabemos qué hacer, y pensamos, "Si tan sólo alguien me dijera lo que debo de hacer." Muchas veces la solución está a nuestro alcance, escrita en la palabra de Dios. Sin embargo, la Biblia sólo puede ayudarnos si la leemos y estudiamos. Si creemos en Dios y deseamos que nos ayude, tenemos que leer su Palabra. El profeta Isaías nos aconseja que hagamos así: "Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano." (Isaías 55:6) Puesto que la Biblia fue escrita para guiarnos en el mundo, antes de comenzar la lectura debemos pedir la ayuda de Dios para poder comprender su mensaje y obedecer sus mandatos. Nuestra oración puede ser corta pero debe ser específica. Por ejemplo, podríamos decir: "Señor, gracias por haberme dado tu palabra. Ayúdame a comprenderla para que pueda vivir según tu voluntad y así encontrar la paz en mi vida." Dios nos ayudará a tener la mente dispuesta y atenta mientras leemos su palabra, si se lo pedimos. Publicado gratuítamente por la Misión Bíblica Cristadelfiana

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