HACE algunos días, una amiga me mostró una foto que estaba dañada por un doblez que casi borraba el rostro de la persona en la foto. Obviamente decepcionada, dijo: «La doblé sin querer. La foto significa mucho para mí».
Me apresuré a ayudarla. «La puedo reparar. Puedo reproducirla en mi computadora, abrir el programa para editar fotos, y puedo repararla». El daño a su foto era realmente fácil de reparar con las herramientas correctas.
¿Cómo reparar los dobleces y los rasguños de la vida? Nuestras vidas no son fotografías sencillas, pero una herramienta poderosa está disponible para sanarnos. Jesús nos dio la herramienta del perdón. A través de Jesucristo, los dobleces destructivos y los rasguños que han afectado nuestra imagen, son removidos por la gracia cuando Dios nos perdona.
Cristo ha puesto en nuestras manos la herramienta sanadora del perdón para usar en nuestras relaciones. Debido al poder para perdonar, ya no tenemos que vivir con rencores que nos dividan. Tenemos la herramienta para reparar la foto.
miércoles, 21 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario